top of page
Foto del escritorAgustina López

Gaby Martínez y su nuevo proyecto: “La gastronomía de mi cocina es una cocina fusión”

Hace menos de dos meses, la chef abrió su restaurante en General Roca. Un espacio donde vincula sus experiencias y conocimientos obtenidos en viajes por la Argentina y el mundo.

“Creadora de la Feria Semilla, chef y hasta comunicadora gastronómica”. Así titulábamos una nota del año pasado sobre Gabriela Martínez. Es que el alma inquieta de la mendocina le pide estar en constante innovación para ampliar sus horizontes.


De padre viajante, los cambios fueron una constante en su vida. De Mendoza fue hacia Córdoba, a los 15 años se mudó a General Roca, más tarde trabajó como mesera y cocinera en Buenos Aires y hasta se hizo internacional. Pasó por España y Perú, por ejemplo, aunque fue en Estados Unidos -en el límite con México- donde encontró el impulso que necesitaba hacia su actual profesión.

Ese viaje potenció el amor por la gastronomía que ya ardía en su interior, brasas que la cocina de su abuela italiana había encendido. En Carolina del Sur aprendió el oficio a puro trabajo de campo y se empapó de técnicas e ingredientes propios de la región.


Al volver a General Roca, las ganas de cocinar se volcaron en la creación de “El Limbo”, su propio restaurante fundado con una amiga de Brasil. En ese momento ya sabía que esa era su pasión, pero notó que le faltaba algo y entonces se formó como Técnica Superior en Gastronomía. “Necesitaba afianzar mis conocimientos, sobre todo de técnica, porque lo mío era de oficio, de estar aprendiendo escuchando las recetas de los mexicanos, de estar en cocinas”, cuenta a Descubrí Tu Destino. Cuando terminó los estudios, su corazón inquieto aún quemaba y así nació la primera cervecería de la localidad, creada con su marido: “Tres Caracoles”.

Sus proyectos requerían de una gran creatividad y experimentación, por lo que tuvo que adentrarse aún más en los ingredientes, emprendimientos y productos de la zona. La invitación a participar en la Feria Caminos y Sabores, en Buenos Aires, le vino como anillo al dedo para ampliar sus conocimientos y hacerse de contactos.


Y cual semilla recién plantada, una nueva idea germinó en su mente a partir de una necesidad que encontró en su hogar: lo que faltaba en General Roca era una feria como la porteña, donde productores, productos, cocineros y comensales pudieran conocerse, conectar y aprender de las experiencias de sus pares. En 2015, la idea floreció como Feria Semilla. En 2019 fue declarada de Interés Turístico Nacional.

¿Dirías que Feria Semilla, además de un espacio donde encontrarse con productores y colegas, es un lugar donde reencontrarse con la propia identidad?

G.M.: Semilla es una gran feria donde vas a poder encontrar todo lo que es identidad, producción. Que por ejemplo venga Dolly Irigoyen y diga que hemos puesto a Río Negro en el mapa gastronómico, es fantástico. Que vengan Lele Cristóbal, Pedro Lambertini, Gustavo Rapretti y todos los cocineros patagónicos hace levantar más al productor, al producto, y cocinar con esos alimentos es fantástico. Y además que vengan y digan ‘este producto me lo llevo’… Semilla es un puente. Se va Semilla y queda en cada local un poquito de cada productor que vino. Vos vas a la dietética y vas a encontrar el dulce de Villa La Angostura, la garrapiñada de los chicos, y así.


En entrevistas pasadas dijiste que uno de los objetivos de la gastronomía es “generar beneficios sociales para la comunidad en el proceso”. ¿Cuáles son los beneficios sociales que encontrás o buscás?

G.M.: Los beneficios sociales los encontré a través de Semilla. Creo que resume un poco todo lo que soy, porque una vez que ya me afiancé como cocinera seguía con inquietudes. Al ver que la región tenía un potencial muy grande, necesité visualizarlo, comunicarlo, mostrarlo porque estaba viendo que en otras zonas estaba pasando esto, que empezaban con las ferias, con los productores. En Alto Valle tenemos un potencial enorme con grandes laburadores de la tierra, productores, y dije ‘necesitamos mostrarlo, comunicarlo’. Ya llevamos casi 38 ediciones y yo creo que ha hecho que encuentre esta parte de comunicadora, de hacer ese puente entre el productor, el cocinero, el gastronómico, el público. Creo que Semilla me resume todo lo que estaba buscando, toda esa inquietud tan grande que tenía.


¿Cómo considerás que tu historia de vida, con toda la interculturalidad experimentada, se relaciona con el tipo de gastronomía que hoy en día planteás?

Gabriela Martínez: Creo que lo que me marcó en la vida fue estudiar, viajar; conocer grandes profesionales, cocineros patagónicos, nacionales e internacionales, y estar en contacto con todos ellos. Me encontré con gente muy generosa que me ha abierto sus cocinas. Todo eso me ha marcado. Creo que la gastronomía de mi cocina es una cocina fusión. Me gusta mucho lo latinoamericano, laburo con muchas técnicas que he aprendido con estos viajes.

Los años pasaron desde aquella primera edición de Feria Semilla. La ambición de la emprendedora pudo más y se puso manos a la obra en su nuevo proyecto, inaugurado a principios de agosto: Gaby Cocina-Comedor. “Hay que seguir apostando, es algo que creo que no hay que parar. Hay que animarse y seguir adelante, con nuevas ideas, nuevos proyectos. Confiando, confiando y confiando”, afirma.


El nuevo restaurante de Gabriela Martínez está ubicado en Mitre 864 y abre de lunes a viernes al mediodía. “Estamos haciendo comida un poco más amigable a nuestro cuerpo. Creo que es una cocina latinoamericana la que estoy realizando en estos momentos, también volcándome un poco a la salud. De comer un poco más saludable, que no significa ni aburrido, ni malo ni nada, sino más consciente.”


Redacción: Agustina López

285 visualizaciones0 comentarios

Commentaires


bottom of page