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La felicidad con forma de macaron en casa

Sandra Muñoz, millenial, a quien el emprendedurismo le brota por todos lados, nos invitó a pasar a su cocina para conversar de aquello que ha cambiado su vida en los últimos años: pastelería, arte y workshops.


La comunidad de Instagram de Ushuaia (y la de otros lugares) detecta rápidamente de que estamos hablando cuando lo mencionamos. Sus creaciones gastronómicas se vuelven tendencia.

“Terminé mi carrera de gastronómica en el 2008 y a fines de ese año me volví a Ushuaia”, contó.


La idea de lanzarse con algo nuevo sugió cuando llegó a Ushuaia luego de recibirse de pastelera en el Instituto Argentino de Gastronomía en Buenos Aires.

Primero trabajó en una pastelería de un hotel de la Capital Fueguina hasta que pudo independizarse. Luego de adquirir bastante experiencia, hace 7 años, logró comenzar su emprendimiento en el garaje de su casa natal. Por entonces comenzó el emprendimiento que hoy lleva su nombre “Sandra Muñoz” y día a día fue creciendo e incorporando nuevos productos. Después de un tiempo pudo alquilar una casa ampliando su emprendimiento y conocimiento. Además, empezó a dar clases siempre con la mirada puesta para que la ‘receta’ funcionara: pasión por emprender y confianza en su proyecto.


“Tengo muy incorporada la técnica francesa, que es la técnica que tengo de la escuela. Sin esa técnica es muy difícil poder crear algo, poder crear una receta”, detalló.

Sandra, realiza pastelería americana aplicando la técnica francesa, poniendo muchísima atención también en el packagin. En definitiva, todo entra primero por los ojos.

En cuanto a los favoritos, entre todo lo que hace, no pudo elegir uno solo.


“Hoy los macarons son super reconocidos, pero bueno también costó mucho que la gente acá los conozca. Hace 10 años nadie los conocía, y yo ya los hacía, pues es un producto muy selecto. Después, las tortas son muy recurrentes entre sus clientes. Tengo clientes que me escriben todos los años en las mismas fechas para pedirme determinados productos. Confían en mí y eso a mí me da mucha libertad creativa”, confesó.


Cocina artesanal y para todos los gustos.



Dato descubrí: Soñando el futuro.


Sandra vive el presente fantástico que le toca, pero también mira hacia el futuro. Durante la pandemia, siguió avanzando, manteniendo la esencia de lo casero y artesanal.

“Estoy muy copada con esto para armar otro lugar para mis alumnos. Extraño dar clases porque son talleres de 4 personas donde se pasa la tarde, cocinamos todo ahí. Extraño todo eso, estoy esperando que pase esto para poder tener un lugar más amplio”, contó.


A su vez destacó, el nuevo trabajo que está realizando. Un minucioso trabajo de mano de obra que hay detrás de la lenga. El mismo, esconde un proceso de producción que le lleva varios días.



Sobre los trabajos con madera de Lenga: “Estoy contando una primicia, anexado a mi marca”, concluyó.



Redacción: Andrea Vauthay y Diego Nordenstrom.


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